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Juan Garcia

Las tertulias y el calor “Lo primero que me viene a la cabeza son las largas tertulias, tanto en Pamplona como aquí en Málaga, vespertinas y también nocturnas, en las que hablábamos -más bien nos hablaba- de filosofía, de la vida y de todo, provisto don Leonardo de su vaso de ginebra. Me dijo que él había bebido mucho en su vida; pero no tanto como para alcoholizarse, porque aún se le seguía subiendo si se excedía.  

Durante veinte años, entre 1980 y 2000, venía mucho por Málaga pues le gustaba el sol y el pescadito de esta tierra. Decía que “un día en Pamplona es un día perdido”. De aquellas visitas guardo en mi memoria muchas anécdotas; por ejemplo, en cierta ocasión, nada más bajar del avión no quería más que un limpiabotas, de esos que en Málaga solía haber en las cafeterías del centro, antes incluso de llevar la maleta a su casa.

Las tertulias y el calor

Anecdotario

Siguente
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